28 de marzo de 2025
Si hay un dulce que representa a Madrid, ese es la rosquilla madrileña. Da igual si eres de los que prefieren las tontas, listas, de Santa Clara o francesas, porque todas tienen algo en común: son un bocado lleno de historia y tradición.
Pero, ¿sabes de dónde vienen las rosquillas madrileñas? ¿Cuáles son las diferencias entre ellas? ¿Y lo más importante, dónde encontrar las mejores? Te lo contamos todo para que te conviertas en un auténtico experto.
¿De dónde vienen las rosquillas madrileñas?
Para hablar de las rosquillas de San Isidro, hay que viajar al siglo XVII, cuando una señora muy espabilada llamada Tía Javiera empezó a venderlas en las fiestas del patrón de Madrid. Sus rosquillas gustaron tanto que la tradición se ha mantenido hasta hoy.
Desde entonces, las rosquillas han ido evolucionando hasta dar lugar a cuatro variedades clásicas, cada una con su toque especial.
Las cuatro variedades de rosquillas madrileñas
Una de las cosas más curiosas de las rosquillas madrileñas es que hay cuatro tipos diferentes. Todas tienen la misma base de ingredientes, pero varían en la cobertura.
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Rosquillas tontas: las más simples, pero deliciosas
Si eres de los que prefieren lo clásico, las rosquillas tontas son lo tuyo. No llevan glaseado ni ningún tipo de adorno, solo la masa horneada con un ligero toque de anís.
Su nombre no les hace justicia, porque cuando las pruebas, te das cuenta de que la sencillez también puede ser espectacular.
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Rosquillas listas: con un toque dulce irresistible
Si lo tuyo es lo dulce, entonces las listas son para ti. Estas rosquillas llevan un glaseado de azúcar con limón o huevo que las hace más jugosas y apetecibles.
Se dice que su nombre viene de que son «más listas» que las tontas porque llevan un extra de sabor.
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Rosquillas de Santa Clara: para los amantes del merengue
Aquí entramos en terreno de los más golosos. Las rosquillas de Santa Clara tienen una capa de merengue seco que les da un toque crujiente por fuera y una textura súper especial.
Se dice que fueron las monjas del convento de Santa Clara quienes las popularizaron.
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Rosquillas francesas: el toque crujiente de la almendra
Si te gusta la almendra, las rosquillas francesas serán tus favoritas. Están cubiertas con almendra picada, lo que les da un toque crujiente y un sabor más intenso.
Aunque su origen no está del todo claro, muchos creen que fueron los pasteleros franceses los que las introdujeron en Madrid.
¿Dónde probar las mejores rosquillas madrileñas en Madrid?
Si quieres vivir la experiencia completa y probar unas rosquillas madrileñas de verdad, aquí te dejamos algunos de los mejores sitios de la capital donde puedes encontrarlas.
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Casa Mira
Un clásico de la repostería madrileña desde 1842. Además de sus famosos turrones, en temporada de San Isidro preparan unas rosquillas espectaculares.
Dirección: Carrera de San Jerónimo, 30
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La Mallorquina
En pleno centro, esta pastelería es famosa por su repostería tradicional y sus rosquillas listas son una apuesta segura.
Dirección: Puerta del Sol, 8
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El Riojano
Si buscas rosquillas artesanales con una receta que ha pasado de generación en generación, este es tu sitio.
Dirección: Calle Mayor, 10
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Horno de San Onofre
Un lugar donde las rosquillas se hacen con ingredientes de primera calidad y mucho cariño.
Dirección: Calle de San Onofre, 3
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Viena Capellanes
Un clásico con varias tiendas en Madrid donde puedes encontrar rosquillas de todo tipo.
Dirección: Varias ubicaciones
Cómo hacer rosquillas madrileñas en casa
Si eres de los que disfrutan metiéndose en la cocina, aquí tienes una receta fácil para hacer rosquillas tontas y listas.
Ingredientes:
- 500 g de harina
- 3 huevos
- 100 g de azúcar
- 100 ml de aceite de oliva
- 50 ml de anís
- Ralladura de limón
- 1 sobre de levadura en polvo
- Aceite para freír
- Azúcar glas y zumo de limón (para la cobertura de las listas)
Paso a paso:
- En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que espumen.
- Añade el aceite de oliva, el anís y la ralladura de limón. Mezcla bien.
- Incorpora la harina y la levadura poco a poco hasta formar una masa homogénea.
- Forma pequeñas rosquillas y colócalas en una bandeja.
- Hornéalas a 180°C durante 15 minutos o fríelas en aceite caliente hasta que se doren.
- Para hacer las rosquillas listas, mezcla azúcar glas con unas gotas de zumo de limón y cubre las rosquillas una vez frías.
Las rosquillas madrileñas son mucho más que un postre típico; son parte de la identidad gastronómica y cultural de Madrid. Desde hace siglos, forman parte de las fiestas más importantes de la ciudad y siguen conquistando a todo el que las prueba.
Si eres un amante de la buena comida y te gusta descubrir las tradiciones más auténticas, no puedes perderte estas delicias. ¿Prefieres las tontas, las listas, las de Santa Clara o las francesas? Sea cual sea tu elección, no hay duda de que Madrid tiene mucho que ofrecer a los amantes del dulce.
Y si después de probar las rosquillas te quedas con ganas de más, te invitamos a descubrir los mejores restaurantes para comer un auténtico cocido madrileño.
Porque Madrid sabe a tradición, y en Woohoo queremos que la disfrutes al máximo. Reserva tu estancia.